Desde que en octubre de 2022 anunciase el final de su larga y exitosa etapa al frente de River Plate, el nombre de Marcelo Gallardo ha salido recurrentemente a la palestra como posible recambio de clubes consolidados en el estamento nobiliario del fútbol europeo.
Por eso su nombramiento el 18 de noviembre de 2023 al frente del campeón saudita sorprendió a propios y extraños, dejando un poso de incertidumbre sobre su adaptación y capacidad para trasladar sus éxitos cosechados en Sudamérica -sobre todo al frente de River, con el que conquistó en dos ocasiones la Copa Libertadores- a un fútbol pujante en lo económico pero cuyas posibilidades al más alto nivel aún están por clarificarse.
Inicio alentador
"Es una decisión que tomé en base a cuestiones que tienen que ver con lo personal. Fue un sentir. Hay mucho para desarrollar, me incentivaron también con un gran proyecto de desarrollo en un lugar donde está todavía con cierta virginidad. Un mercado que me abre un poquito la cabeza, algo diferente", explicó Gallardo semanas atrás.
El primer test de altura para que Gallardo, de 47 años, pueda demostrar sus virtudes como entrenador fuera del fútbol sudamericano, en el que había desarrollado toda su carrera previa como técnico, se produce menos de un mes después de su llegada al club de Yeda.
Con cinco partidos disputados por el momento al frente del Al-Ittihad, Gallardo podría proclamarse campeón del mundo en su noveno partido dirigiendo a los 'Tigres' sauditas.
'El Muñeco' estrenó su aventura con un empate en el campeonato local ante el Al-Ettifaq, y pronto dejó notar su mano con sendas victorias en la Champions asiática ante el FC AGMK uzbeco y el Sepahan iraní, además de otros tres puntos sumados en liga ante el Al-Khaleej.
Sólo la reciente derrota ante el Damac (3-1) en el campeonato doméstico, en el que ocupa el quinto puesto, ha hecho descender la dosis de optimismo con el que su equipo afronta un torneo que jugará en su feudo habitual y ante su afición, el King Abdullah Sports City Stadium.
Encuadrado en la ronda preliminar del Mundialito junto al campeón de Oceanía, el Auckland City de Nueva Zelanda, Gallardo y la constelación de estrellas que dirige se enfrentarán en caso de solventar el escollo neozelandés con el campeón de África, el Al-Ahly.
Y de eliminar a los egipcios, Gallardo vivirá un viaje a su pasado más reciente para enfrentarse a un club brasileño, el Fluminense. El Manchester City de Pep Guardiola y de Julián Álvarez -que estuvo a las órdenes de Gallardo en River-, así como el Club León mexicano buscan llegar a la final por el otro lado del cuadro.
Con Benzema
Gallardo no podrá contar para ese primer partido con el defensor central italiano Luiz Felipe, lesionado ante el Damac, aunque en principio sí estará disponible su estrella Karim Benzema, que se perdió los últimos partidos del Al-Ittihad por unas molestias físicas de las que parece recuperado, y se entrenó con normalidad en la sesión de este lunes.
Pocos niegan el rol de favorito del club saudita ante el modesto Auckland City. Incluso otros van más allá y lo sitúan como posible finalista, habida cuenta de su condición de equipo local y de la calidad de su plantel. Además del delantero francés, ex del Real Madrid y Balón de Oro hace poco más de un año, el brasileño Fabinho (ex del Liverpool), el también francés N'golo Kanté (ex Chelsea) o el delantero portugués Jota, procedente del Cetic escocés, son algunos de los exponentes de la apuesta del fútbol saudita por hacerse con jugadores de mucho cartel en el fútbol europeo.
El técnico bonaerense vivirá su tercera experiencia en el Mundial de Clubes después de un tercer puesto (2018) y del subcampeonato (2015), ambos con River.
Sólo en experiencia parece superior el Auckland del delantero argentino Emiliano Tade; si para el Al-Ittihad será su segunda participación -la anterior se remonta a 2005-, los neozelandeses acuden por undécima ocasión a un torneo en el que su mejor clasificación fue un tercer puesto en 2014.